13 Días – Descubre el Gran Viaje de Marruecos, Ofrecemos rutas y tours desierto Marruecos, Viajes organizados por Marruecos.
Te recogemos en el aeropuerto e iniciamos el Tour Grand Maroc.
Vamos a Casablanca, donde tienes la oportunidad de visitar la imponente Mezquita de Hassan II que se erige en el skyline atlántico de la capital económica del país.
La mezquita esta situada en la Corniche y fue construida en 1989.
Es el templo más alto del mundo y el segundo más grande después de la Meca.
Atención, es la única mezquita en Marruecos en la que se permite la entrada a los no musulmanes. Su belleza es muy apreciada por todos los visitantes.
Después conduciremos hasta Rabat, capital administrativa de Marruecos, es conocida como “la ciudad de los jardines”.
Es famosa por los monumentos que reflejan su legado islámico y colonial francés.
El emblemático minarete torre Hsan, del siglo XII, domina las ruinas de una mezquita al lado del Mausoleo de Mohamed V.
Merece la pena recorrer la Medina de Rabat, más pequeña y tranquila que la de otras ciudades, y la kasbah de los Oudayas.
Y, si hay tiempo ,visitar la Chellah, antigua ciudad romana donde anualmente se celebra un festival de jazz.
Salida hacia el norte por autopista hacia Tánger, hasta llegar a Assilah, pequeño enclave en las playas de arena fina que se extienden a lo largo de la costa atlántica de Marruecos.
Una fortificación portuguesa protege su bella medina de casas encaladas.
Podemos perdernos paseando tranquilamente en el silencio de sus calles estrechas.
Tánger ”la alta”, como la apodan los marroquís, es la sorprendente puerta norte de Marruecos. Tierra de espías e intrigas, fue ciudad de acogida de ilustres escritores como Paul Bowles. La ciudad viaja a una increíble velocidad de nueva modernidad y lujo.
Y combina antiguos estilos de árabe e influencia de los antiguos protectorados españoles y franceses.
Es pues, una mezcla de estilos como ciudad fronteriza abierta al mar que mira hacia Europa desde el estrecho de Gibraltar.
No en vano está a una hora de Tarifa (España) en ferry.
Visitaremos la Kasbah con su nuevo museo renovado en el antiguo palacio del sultán. Caminaremos por la medina hasta llegar a lugares icónicos como la plaza del Petit Zoco, y el antiguo zoco grande ahora reconvertido en la Place 9 d’avril.
Tomaremos el vehículo y visitaremos, por la carretera que lleva a cabo Spartel, las Grutas de Hércules.
Su silueta al mar es la imagen más representativa de Tánger y que señalaba la entrada por siglos del continente africano.
En el cuarto día del Tour Grand maroc, disfrutaremos de la carretera por la costa del mar Mediterráneo que cruza las playas repletas durante el verano como Fnideq o Martil, si es el caso nos dirigiremos a Tetuán por la carretera interior.
Tetuán, antigua capital del protectorado español, es también conocida con el sobrenombre de «La paloma blanca».
En visita guiada puedes disfrutar de su coqueta medina, declarada Patrimonio de la Humanidad, y desde la Plaza Moulay El Mehdi pasear hasta el palacio real por el ensanche español.
Viajaremos hacia la perla azul de Marruecos, el mágico pueblo de Chaouen en las montañas Rif.
Aunque es un destino muy turístico, se trata de un pueblo sagrado que sólo desde 1920, con la llegada de los españoles, empezó a permitir su entrada a los extranjeros.
Y esto se percibe desde el primer momento.
En Chauen disfrutarás del paseo por sus acogedoras calles pintadas de azul índigo que para muchos están catalogadas entre las 10 más hermosas del mundo instagramers será vuestro deleite.
Cada calle, cada puerta y cada rincón son una bellísima fotografía.
La medina está repleta de tiendas de artesanías.
Puedes tomar un té y disfrutar de la brisa en las agradables azoteas y restaurantes de la plaza de Ta hammam de estilo andaluz.
También puedes visitar la Kasbah y subir a su torre desde donde observar el hermoso paisaje del pueblo y las montañas del parque nacional de Talassemtane.
Por la mañana aún habrá tiempo de un último paseo.
Nos acercaremos a los lavaderos donde las mujeres se reúnen para lavar ropa y tenderla al sol siguiendo sus costumbres.
También puedes aprovechar para hacer algunas compras.
Visitar las preciosas ruinas romanas de Volubilis, ciudad patrimonio de la Unesco, es parada obligada.
Son el más impresionante y bien conservado yacimiento arqueológico de Marruecos.
De la ciudad quedan aún vestigios de casas con bellos mosaicos.
Hay otras áreas espectaculares como los baños termales de Gallien, el foro y el capitol. En la cima se imponen los restos de la basílica y el imponente Arco de Caracalla, como puerta a los campos mediterráneos.
Si os gusta la fotografía disfrutareis con la luz sobre las columnas y restos romanos.
Vale la pena entrar en Meknes, la más tranquila y menos conocida de las 4 ciudades imperiales. Puedes realizar una visita al mausoleo de Moulay Ismaïl.
Veremos la bellísima puerta Bab Mansour de 1732, la más grande de Marruecos y de África del norte, que da entrada a la medina.
Y pasearemos por la plaza frente a ella que te recordará a Marrakech.
Si hay tiempo entraremos en los graneros y caballerizas.
Después de la visita conduciremos directo a Fez.
Dedicamos el día de visita en la enigmática y religiosa Fez.
Es la capital cultural de Marruecos y la ciudad más antigua de las Imperiales, fundada por Idris I (789) y su hijo Moulay Idris II (810).
De la mano de un guía local, nos transportaremos a los tiempos antiguos mientras visitamos la caótica medina medieval, la más grande del mundo.
En la visita es imprescindible acercarse a sus medersas (escuelas coránicas) Attarine y Bou Inania, la fuente de Nejjarine, el mausoleo de Moulay Idriss y la Mezquita de Al-Karaouine, la universidad más antigua del mundo.
Todo ello paseando por entre los zocos de artesanos del metal, madera, alfombras, cerámica y toda clase de oficios. Sorteando carromatos tirados por burros repletos de mercancías. Además tendremos la oportunidad de visitar Chouwara, las antiguas tenerías o curtidores de la piel con los que se confeccionan artículos de vestir y bolsos.
Nuestra visita continúa en las 7 puertas doradas del Palacio Real. A su lado está el barrio judío, el primer Mellah jamás construido en Marruecos, durante el siglo XVI. También después del almuerzo, visita a una cooperativa de azulejos y cerámica.
De ahí subiremos a la fortaleza para observar la maravillosa vista panorámica de Fez.
Por la mañana salimos de Fez y nos dirigimos a través de esta región agrícola de Marruecos, hacia el Medio Atlas para pasar por Ifrane conocida como la Pequeña Suiza.
Nos detenemos hacia el gran bosque de cedros para ver los macacos de Berbería en plena naturaleza.
Desde este verde y frondoso remanso de paz en las cercanías de Azrou, cruzaremos el medio Atlas por la carretera que va al sur.
Nuestra ruta continuará por Midelt y pasando por el impresionante Valle del Ziz, donde la vida se desarrolla bajo la extensión de palmeras y entre multitud de kasbahs más o menos bien conservadas.
Haremos algunas paradas como siempre para disfrutar del paisaje y quizás hasta ver alguna más de cerca.
El gran palmeral verde a lo largo del curso del río nos acompañará un tramo en nuestro viaje hacia Erfoud, la puerta del desierto.
Después, podremos visitar las sorprendentes canteras de fósiles que se encuentran allí. Y es que, donde hay arena ahora, en otro tiempo había agua.
Llegaremos finalmente a los pies de las maravillosas dunas de nombre Erg Chebbi.
Nos esperará seguro un té a la menta de bienvenida y aprovecharemos lo que queda de tarde para gozar de la puesta de sol en el desierto de Merzouga.
Llegar al campamento con un paseo con dromedarios es una opción que recomendamos.
Esa primera noche en el desierto vale la pena alojarse en un campamento de haimas. Las originales son tiendas hechas con pelo de dromedario al modo tradicional de los nómadas bereberes. Nuestras tiendas están equipadas con todo lujo de detalles.
Después de relajarnos con una buena ducha, disfrutaremos de la cena en el campamento cerca de las dunas al estilo de las mil y una noches, iluminados por las estrellas que en la oscuridad del cielo del desierto parecen brillar más que en ningún otro lugar.
Antes de desayunar, posibilidad de salida de buena mañana hacia lo alto de las dunas para poder admirar la salida del sol.
Con la luz del amanecer y a medida que el sol asciende la arena del desierto toma un color rojizo espectacular.
Con el 4×4 recorreremos parte de las pistas del antiguo rally París-Dakar.
Pasaremos por Khamlia un pequeño pueblo de unos trescientos habitantes de etnia sha y bereber.
Originarios del África negra, se desplazaron al Sáhara donde empezaron a asentarse junto con los nómadas bereberes.
Su gente, como en todo el sur, es cálida amable y tranquila.
Y debido a su cultura, la música forma parte importante en ellos.
Haremos una parada para disfrutar de su hospitalidad, y su música tradicional Gnawa.
Por la tarde opción extra de paseo con quads.
Saliendo del desierto, pasaremos por las cercanías de Rissani, antigua capital de Marruecos, cuyo mercado famoso por la compraventa de burros.
Si hay tiempo y es día de mercado vale muchísimo la pena visitar.
El paisaje a partir de este día va a cambiar por completo de nuevo.
La ruta continúa dirección Tinghir para desviarnos un poco hacia las famosas Gargantas del Todra.
Otro lugar impresionante de paredes rocosas verticales de más de 100 metros de altura, producto de la erosión en el tiempo, que recorreremos siguiendo su base por el cauce del río de agua cristalina.
Gozaremos de un paseo al pie de estas imponentes paredes en una pequeña parada en el camino.
Después pasaremos a través del Valle de las Rosas, famoso por los productos de belleza que se extraen de ellas.
En la ruta de las mil kasbahs, recorreremos las gargantas de Dades.
Es un estrecho valle de paisaje zigzagueante espectacular y con enorme valor arquitectónico, pues algunos ksar y numerosas kasbahs, aunque muchas en ruina, se erigen allí y es realmente una parada obligada que enamora al viajero.
Seguiremos en dirección a Ouarzazate pasando por los enormes estudios de cine donde se grabaron escenas de la primera película de la saga de la Guerra de la Galaxias y muchas otras. Y es que el desierto, los oasis, las kasbahs y los montes nevados del Atlas son un escenario inmejorable para rodar películas.
Después de desayunar, llegaremos a la mítica ciudad fortificada, o Ksar de Ait Ben Haddou. Goza también del status declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Sus viviendas de adobe llenas de ornamentos están confinadas dentro de una fuerte muralla reforzada por torretas de defensa.
Esta espectacular kasbah construida en una colina se eleva sobre el paisaje desértico del Anti Atlas.
Es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de Marruecos.
Nuestra ruta continua cruzando el Alto Atlas por el puerto de montaña de Tizi n’Tichka, el paso de carretera más alto del norte de África, a 2260 metros de altura.
El Atlas es una gran cordillera que ofrece de paisajes montañosos extraordinarios salpicados de pequeños pueblos bereberes.
Haremos las paradas que queráis para fotografiarlos.
Y viajaremos hasta la puerta del Atlas que abre su esplendor en Marrakech, ciudad única, epicentro del turismo y la artesanía. Desborda su luz, el rojo ardiente de sus edificios y el verde refrescante de sus palmeras y jardines.
La ciudad vibra, ecléctica, exultante, combinando exotismo marroquí antiguo y moderno. Vivirla es una experiencia que brillará de forma especial en vuestro viaje.
De la mano de un guía local puedes visitar la gran ciudad de Marrakech. Descubrirás su dilatada historia a través de la famosa Koutoubia, el Palacio Bahía, las tumbas Saadíes, los jardines Majorelle y los jardines de la Menara.
La belleza de la ciudad antigua te fascinará.
La música de la Plaza Djemaa El Fna, y el bullicio de las gentes en el impresionante zoco, el más grande de todo Marruecos, te transportan a otro tiempo.
La aventura de perderse por las callejuelas de la Medina hasta volver a la plaza. Ésta es sin duda un lugar mágico, en el que vale la pena pasar horas.
Tómate un té o come en alguna de sus terrazas.
Volverás una y otra vez por la mañana está llena de puestos de zumo de naranja, malabaristas y encantadores de serpientes.
Por la noche, la humareda de los puestos de comida tradicional marroquí se mezcla entre los músicos, bailarines y cuentacuentos que se reúnen en esta plaza.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los modernos locales nocturnos y la diversión del baile como en el cuento de las mil y una noches los encontrarás no sólo en Gueliz. El lujo y glamour de sus hoteles y restaurantes más exquisitos, el arte de sus museos, la comodidad y el encanto de sus riads… la hacen de lo más acogedora y cálida.
Y posiblemente la ciudad más atractiva de todo Marruecos.
Salida hacia la ciudad costera de Essaouira.
Essaouira es también conocida como la «Ciudad del viento».
Atrae a surfistas de todo el mundo.
En junio acoge el Festival anual de música Gnawa de renombre internacional.
La ciudad tiene ahora un ambiente bohemio y marítimo.
Muchas civilizaciones pasaron por Essaouira, predominando la arquitectura producto de la ocupación portuguesa.
Sus características puertas azules y paredes blancas de pueblo pesquero, hacen que se la considere la joya del mar de Marruecos. Puedes explorar la ciudad, la Fortaleza de Skala y ver la madera de Thuya tallada por los artesanos.
Camina por los callejones de la medina y por el puerto entre sus famosísimas gaviotas que sobrevuelan las barcas azules de los pescadores.
En el camino haremos una parada, ya que es la tierra de cultivo de Argán.
Esta es una oportunidad para visitar una cooperativa de mujeres que elaboran aceite de Argán, el oro líquido de Marruecos.
El aceite es famoso por sus propiedades culinarias, cosméticas y medicinales.
Y también por las divertidas cabras que suben a sus árboles.
Nos pararemos a verlas y podremos hacer unas fotos.
En función de la hora de salida del vuelo, tiempo libre para ver lo que el primer día no se haya podido ver o hacer las últimas compras.
Transfer al aeropuerto y fin del tour Grand Maroc y de nuestros servicios.